Paseo Santa Lucía, un paseo de “primer mundo”.

Aunque el sentir general de la gente de la ciudad de Monterrey es positivo con respecto a ésta obra, sí cabe criticar el sentido que se le ha dado al proyecto. No es que la acción haya sido negativa, por supuesto que no, cualquiera -como un servidor- que haya recorrido éste parque, ha sentido la tranquilidad del paseo, su seguridad y su variedad de atracciones. Lo que me pregunto es si la inversión estuvo evaluada y priorizada de acuerdo a las necesidades sociales reales de la ciudad.


Ahora, no es que defienda el que se distribuya más equitativamente la riqueza, lo cual me parece un discurso muy gastado, tiene más el que más trabaja para tenerlo, de otra forma seríamos socialistas y somos capitalistas. Pero lo que sí hay que tomar en cuenta es si la seguridad social que el gobierno está obligado a prestar ya se ha resuelto, ¿hay suficientes hospitales, los servicios públicos funcionan bien, las calles están en buen estado y son suficientes, es seguro andar por la calle?


Y es que en vista de la gran inversión que se ha hecho para éste proyecto -y otros similares como el puente de la unidad- nos pone a pensar que los intereses que han motivado a invertir en éstos proyectos van más allá de el bienestar social. Se trata de vender la ciudad para atraer inversionistas -tal y como lo hace Dubai- y aunque las inversiones generen empleos, los mayormente beneficiados son los empresarios.

Inclusive desde éste último punto de vista no queda claro, ya que para que la inversión fuera más rentable debería tener un enfoque más comercial. A quienes hemos paseado por aquí nos ha parecido que falta comercio, ofertas de bienes y servicios que se relacionen con el ocio, la parte comercial que está muy al inicio -junto al Museo de Historia Mexicana, es muy reducida en comparación con la longitud total del Paseo, en ésta zona no se ven los andadores de 10 m de ancho promedio que se mencionan en los datos oficiales del proyecto -y tal vez sea donde son más necesarios-.


Ahora consideremos la parte ética del proyecto, en la que englobaré la esencia del asunto con la siguiente pregunta: ¿se ha realizado el Paseo Santa Lucía porque se puede? (lo hacemos porque podemos), o debería haberse cuestionado ¿debemos hacer el Paseo Santa Lucía?


Muchas veces, quienes toman las decisiones no se cuestionan si deberían o no hacer las cosas, solamente si pueden o no. Se trata de ética, de hacer lo que debes, no de hacer lo que sea solamente porque se puede. ¿Es correcto crear una sensación de primer mundo en una ciudad del tercer mundo? Sin duda se ha logrado, el lugar es seguro, limpio, sin ambulantaje, existe buen mantenimiento, pero ¿qué piensan los ciudadanos al regresar a casa? Al tercer mundo donde existe inseguridad, cortes de agua por falta de suministro, banquetas y calles en mal estado, alumbrado defectuoso, etc. ¿se sentirán mejor o peor por la situación de su ciudad después de visitar un ilusorio primer mundo? ¿les gustaría más que algunas necesidades primarias fueran satisfechas antes de crear un gran paseo? ¿O prefieren la ilusión de una gran ciudad?

Por lo que sé de los medios de comunicación y la opinión de familia y amigos que viven en Monterrey, la ilusión va ganando.

Bibliografía.

Treviño Aldape, Abiel . (2008, enero. No. 2 Año 2). El Paseo Santa Lucía. Parte III: Una lectura tendiente hacia lo imaginario urbano. Revista Contexto (UANL), p. 13-18.

Durán Acosta, Jesús A. (2008, enero. No. 2 Año 2). El Paseo Santa Lucía. Parte IV: Una crónica del paisaje por el usuario. Revista Contexto (UANL), p. 19-21.

Galaviz Revollozo, Delia (2008, enero. No. 2 Año 2). El Paseo Santa Lucía. Parte V: Una memoria histórica. Revista Contexto (UANL), p. 23-28.

Gobierno del Estado de Nuevo León. Paseo Santa Lucía. [En línea] Disponible http://www.nl.gob.mx/?P=forum_paseo_stalucia

Comentarios

  1. Esto de teorizar está con ganas. Cuando uno cree que sobre construir espacios no se teoriza, me encuentro con esto de imaginar y concebir espacios.
    Vivo en Saltillo, y aquí sabemos, porque así es, que los de Monterrey (no los de Nuevo León) compran y hacen "porque pueden". La percepción me parece acertada. Creo que el paseo Santa Lucía se hizo para enmarcar este macro eventón internacional que se echaron a cuestas (que ya ni me acuerdo cómo se llamó). En ese sentido lo que se llegaron a preguntar, me parece, fue ¿qué hacemos para que se vea bien esto?

    Y mal no está, se ve bonito, y uno se siente bien ahí, como en el primer mundo, salvo algunos detalles como los que mencionas. El asunto está en el terreno de lo que se debe y lo que se puede.

    Hace años tuve oportunidad de asistir a un simposium de Transparencia Internacional. El representante de Brasil nos platicó un caso por demás interesante y que ilustra lo que abordas: El alcalde de un pequeño poblado, dedicado a la fundición, decidió instalar a la entrada de la ciudad una enorme (y costosísima) estructura que sostenía un enorme (y costosísimo) crisol. El caso era que el tal alcalde, cuyo apellido es muy parecido a la expresión "fundir en crisol" (o algo así) andaba pensando en otro puesto político y era obvio que se estaba promoviendo relacionando su apellido con el crisol. La organización internacional hizo una recomendación sobre este punto argumentando que era inmoral utilizar los recursos públicos para promoverse, en lugar de utilizarlos para solucionar los problemas de desarrollo básico para la población que tanta hambre sufría. El alcalde replicó, con bastante cinismo :
    -En efecto, se mandó hacer con recursos públicos, con la partida destinada a mejorar la ciudad,por lo tanto es legal...

    Y era cierto, no cupo duda. La reflexión que haces en tu escrito es válida, quiénes, desde qué espacio, desde qué tiempo deben (debemos) decidir entre lo que es legal y moral (ético), entre lo que se puede y lo que se debe. Y esto es aplicable a todas las áreas sociales.

    Felicidades Javier, por proponer el espacio para que los especialistas en el área de la arquitectura reflexionen, expliquen, teoricen, y nos acerquen y se acerquen a la arquitectura a quienes no somos especialistas (pero sí usuarios).

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  2. En mi opinión, espacios públicos bien iluminados, seguros, limpios y en fin con calidad urbana invitan al ciudadano a desarrollar actividades lúdicas y deporte estimulan en si no solo la interacción social sino el desarrollo de CIUDADANÍA. Sí, como dices somos capitalistas, pero este proyecto lo veo como un intento por mitigar la marcada segregación social que aqueja a nuesta sociedad. Fragmentada, los ricos por un lado y los pobres por otro. Espacios públicos de calidad tienen un impacto positivo como no se imaginan en la calidad de vida del usuario. Proyectos como estos tienen un alcance que se extiende mas ayá de los fines comerciales, lucrativos o especuladores, (aunque no quedan exentos por supuesto) y logran tener un impacto positivo en las masas... Definitivamente creo que beneficia a mas población. El problema con el urbanismo neoliberal (o capitalista) es que pone el interés personal sobre el colectivo. Proyectos como este estimulan la cohesión social y por lo tanto, el desarrollo pleno del ser humano. En Europa saben eso perfectamente bien. De hecho las ciudades europeas fueron sucias y desorganizadas hasta relativamente poco tiempo. Creo que esta obra le da nuevo rumbo al desarrollo urbano de la ciudad.
    Muchos saludos

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  3. Gracias Vala por tu comentario, estoy de acuerdo en lo que dices, de hecho estoy en contra de los fraccionamientos cerrados que tan en boga están en el pais, porque precisamente propician la escisión social y la falta de tolerancia entre las clases sociales, sólo cuestiono en éste proyecto la priorización de las necesidades sociales.
    Saludos

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